April 17, 2023

Seis claves para entender el papel que juega el ordenador cuántico de IBM en Gipuzkoa

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LLa “máquina” de IBM que llegará a Donostia el año que viene dentro del proyecto Basque Quantum no deja indiferente a nadie. Produce alegría, emoción y “vértigo” a partes iguales entre la comunidad científica guipuzcoana, aunque todavía es difícil adivinar para qué sirve un ordenador que, en una vorágine desarrolladora que enfrenta a gigantes de EEUU y China, principalmente, año tras año se ve superada en capacidad por una versión nueva y con más capacidad, medida en cúbits (bits cuánticos).

Román Orús, socio fundador y director científico de Multiverse Computing, empresa líder europea en software cuántico; y José María Pitarke, director del Centro de Investigación Científica Nanogune, nos dan algunas de las claves de esta apuesta de Euskadi y Gipuzkoa en particular.

Esta vez sí; fallamos en los años 40

La carrera acaba de comenzar. Del mismo modo que los vascos no estuvimos en la primera revolución tecnológica cuántica, cuando se inventó el transistor, en la década de los 40, ahora le hemos comprado a IBM un billete para subirnos al tren del desarrollo de la tecnología y la industria del futuro.

El famoso ordenador es uno de los seis más potentes que IBM tiene hoy en el mundo; en Europa, solo Alemania tiene el mismo privilegio, explica Orús. El procesador Eagle, que así se llama, tiene 127 cúbits, lo cual era un hito cuando fue presentado en noviembre de 2021. Sin embargo, el pasado noviembre (2022) se presentó otro (Osprey) con 433 cúbits y la propia marca americana, líder en el desarrollo de estos ordenadores, ha anunciado uno de 1.121 cúbits para este mismo año. Se cree que antes de 2030 se podría desarrollar una máquina de hasta un millón de cúbits. ¿De qué vale uno de 127 entonces? Pues de mucho, coinciden Orús y Pitarke.

La industria que “va a venir”

El ordenador que llegará a Donostia no es más que “un prototipo”, como los ordenadores convencionales gigantes que en la década de los años 40, hace 80 años, “ocupaban un edificio entero”. Pero al mismo tiempo, tiene mucho que ver con nuestro futuro, con lo que seremos mañana y el lugar que ocuparemos en el mundo. Para Gipuzkoa es un banco de pruebas de incalculable valor.

“Esto es una industria que va a venir y aquí lo que se está haciendo es apostar porque este territorio sea uno de los focos principales de este nuevo tipo de industria, basada en tecnologías cuánticas. Y en ese aspecto, el caldo de cultivo ya estaba aquí: en Gipuzkoa hay mucha tradición industrial, mucho conocimiento académico, científico, tractor, pero faltaba algo que fuese más tangible y traer la máquina es algo muy bueno, porque es algo palpable”, asegura Román Orús.

Una "excusa" para acelerar la investigación científica

“La máquina en sí se acabará quedando obsoleta y habrá que cambiarla. Lo realmente importante es todo lo que va a generar alrededor. Es un catalizador, porque habrá gente que vendrá aquí solo porque está ese ordenador, se crearán nuevas iniciativas, arrancarán nuevas empresas, y se acelerará todo un ecosistema por haber puesto eso ahí. En realidad, la máquina es una excusa que va a acelerar el proceso”, añade este catalán afincado en Donostia desde su despacho en Miramon.

Txema Pitarke, el director del CIC Nanogune, lo ve igual: “fortalecerá nuestra actividad investigadora en el desarrollo y en el uso de tecnologías cuánticas. Esto es una oportunidad para lograr un posicionamiento en una materia que está en auge y esto nos sitúa en el mapamundi de las tecnologías cuánticas de segunda generación”.

Artículo original de Noticias de Gipuzkoa aquí.